lunes, 24 de enero de 2011

¿Y por qué?

Por qué tu pelo rojo como el fuego,

me martiriza, me apresa y me fascina.

Por qué tus ojos me destrozan el alma,

y tu cuerpo es un ángel de parafina,

que se derrite al contacto de mis labios.

¿Por qué? porque es sólo un vano sueño

que se vierte en el límite de mi pupila,

produciendo lagrimas saladas.

0 comentarios:

Publicar un comentario