Y con esto doy por iniciado el posteo de diversas cosas que andan por la red, desde mis columnas en PISO TRECE hasta las reseñas de CULTURA HACHE, que es la que nos ocupa esta vez.
SINOPSIS: Al capitán Jakab Störr las mujeres siempre le han desconcertado. Razón de más para evitarlas... hasta que irrumpe en su vida Lizzy, la adorable y encantadora Lizzy, la pícara y coqueta francesita por la que el rudo capitán beberá los vientos... y recogerá tempestades. Porque pronto, tal vez demasiado, el matrimonio revelará su calidad de espejismo: la volubilidad de la bella Lizzy, sus medias verdades, su variable estado de ánimo y la convicción secreta del capitán de que su mujer le engaña con otro acabarán sumiendo a Störr en un maremoto de emociones y desengaños que dará al traste con su estabilidad emocional.
El panorama literario siempre ha estado sobrecargado de todo tipo de textos y al lector común sólo le han llegado aquellos que las grandes editoriales han querido o podido. Imaginad un reloj de arena, donde el momento de llegar los pequeños granitos al cuello, que separa las dos mitades, por un casual se colara la diferencia; que el lector pudiera encontrar reposando en la montaña inferior; una de estas novelas que no le dejaran indiferente. Este es el caso de LA HISTORIA DE MI MUJER por el autor Milàn Füst.
Cualquiera que lee por primera vez a este autor, verá que su prosa es caótica, loca, que parece no seguir un patrón predefinido en toda la novela; una forma desacostumbrada de narrar unos hechos. Pero ahí radica el error por el cual muchos dejan la novela sin terminar. Por lo que no comprenden la prosa de este autor europeo. Pero mientras se va sumergiendo en las páginas va comprendiendo la forma de pensamiento del protagonista, el viejo marino Jakab Störr, e irá intuyendo por qué el autor ha escrito de tal manera.
La literatura europea siempre ha estado muy olvidada y a España nos ha llegado traducciones que han tenido ya una fama fuera de nuestras fronteras. Siempre ha sido así en el ámbito de la importación. Y ella ha causado varios filtros. No únicamente aquellos que las editoriales han querido, debido al pensamiento de completa rentabilización de las obras, si no a que el lector acostumbrado a una literatura de una causalidad ya aprendida. El encontrarse con textos del calibre del escritor húngaro, recela en exceso debido a su desconocimiento de este tipo de literatura. Casi con un metalenguaje del pensamiento. Una enorme carta, donde el autor, así como el protagonista, recreando un pensamiento costumbrista y a la vez un enjuiciamiento interior. Es la carta, la confesión y las preguntas de un marinero que cambia a raíz de conocer a una mujer.
Füst, juega a convertir el pensamiento de un hombre, Jakab un marinero, en papel. La forma de pensar, de todos es del mismo estilo que esta novela, rememorando hechos que al parecer son inconexos o no hacen avanzar la trama. Consiguiendo que al terminar la última página comprendamos el dibujo que ha formado, cada pieza que hemos ido colocando en el puzzle. Y contemplar por fin la imagen entera del cuadro que Milàn nos ha enseñado.
Al final, mientras te dejas arropar por las letras del autor, vas comprendiendo que esta novela no trata de Jakab si no trata de como un hombre solitario, sin un apego emocional, ha conseguido arraigar en una mujer. Ha seguido toda su vida en un corazón que ha empezado a comprender lo que es el verdadero amor.
SINOPSIS: Al capitán Jakab Störr las mujeres siempre le han desconcertado. Razón de más para evitarlas... hasta que irrumpe en su vida Lizzy, la adorable y encantadora Lizzy, la pícara y coqueta francesita por la que el rudo capitán beberá los vientos... y recogerá tempestades. Porque pronto, tal vez demasiado, el matrimonio revelará su calidad de espejismo: la volubilidad de la bella Lizzy, sus medias verdades, su variable estado de ánimo y la convicción secreta del capitán de que su mujer le engaña con otro acabarán sumiendo a Störr en un maremoto de emociones y desengaños que dará al traste con su estabilidad emocional.
El panorama literario siempre ha estado sobrecargado de todo tipo de textos y al lector común sólo le han llegado aquellos que las grandes editoriales han querido o podido. Imaginad un reloj de arena, donde el momento de llegar los pequeños granitos al cuello, que separa las dos mitades, por un casual se colara la diferencia; que el lector pudiera encontrar reposando en la montaña inferior; una de estas novelas que no le dejaran indiferente. Este es el caso de LA HISTORIA DE MI MUJER por el autor Milàn Füst.
Cualquiera que lee por primera vez a este autor, verá que su prosa es caótica, loca, que parece no seguir un patrón predefinido en toda la novela; una forma desacostumbrada de narrar unos hechos. Pero ahí radica el error por el cual muchos dejan la novela sin terminar. Por lo que no comprenden la prosa de este autor europeo. Pero mientras se va sumergiendo en las páginas va comprendiendo la forma de pensamiento del protagonista, el viejo marino Jakab Störr, e irá intuyendo por qué el autor ha escrito de tal manera.
La literatura europea siempre ha estado muy olvidada y a España nos ha llegado traducciones que han tenido ya una fama fuera de nuestras fronteras. Siempre ha sido así en el ámbito de la importación. Y ella ha causado varios filtros. No únicamente aquellos que las editoriales han querido, debido al pensamiento de completa rentabilización de las obras, si no a que el lector acostumbrado a una literatura de una causalidad ya aprendida. El encontrarse con textos del calibre del escritor húngaro, recela en exceso debido a su desconocimiento de este tipo de literatura. Casi con un metalenguaje del pensamiento. Una enorme carta, donde el autor, así como el protagonista, recreando un pensamiento costumbrista y a la vez un enjuiciamiento interior. Es la carta, la confesión y las preguntas de un marinero que cambia a raíz de conocer a una mujer.
Füst, juega a convertir el pensamiento de un hombre, Jakab un marinero, en papel. La forma de pensar, de todos es del mismo estilo que esta novela, rememorando hechos que al parecer son inconexos o no hacen avanzar la trama. Consiguiendo que al terminar la última página comprendamos el dibujo que ha formado, cada pieza que hemos ido colocando en el puzzle. Y contemplar por fin la imagen entera del cuadro que Milàn nos ha enseñado.
Al final, mientras te dejas arropar por las letras del autor, vas comprendiendo que esta novela no trata de Jakab si no trata de como un hombre solitario, sin un apego emocional, ha conseguido arraigar en una mujer. Ha seguido toda su vida en un corazón que ha empezado a comprender lo que es el verdadero amor.
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